La monumentalidad que aportan a calles y plazas los formatos grandes es sencillamente indiscutible. Un diseño señorial, elegante y sobrio, que amplía los espacios y dota de nobleza y armonía la visión urbana.
La monumentalidad que aportan a calles y plazas los formatos grandes es sencillamente indiscutible. Un diseño señorial, elegante y sobrio, que amplía los espacios y dota de nobleza y armonía la visión urbana.